TERCERA PARTE DE LOS LIBROS HISTORICOS.
EL REGRESO DEL EXILIO.
La ida a Babilonia fue
en tres grupos: en el primero se llevaron a Daniel, en el segundo a
Ezequiel y en el tercero al Rey Sedecías. El regreso también fue en tres
grupos.
Los judíos regresan
del cautiverio de 70 años en Babilonia y van a construir nuevamente el Templo.
Recordemos que
Jeremías predijo que la duración del Exilio en Babilonia sería de 70 años, pero
Daniel dijo que no sólo duraría ese tiempo, sino que, a pesar de regresar a la
Tierra, el exilio durará 490 años hasta la llegada de Jesús.
Fueron llevados a
Babilonia por los babilonios, pero al poco tiempo cambiaron las cosas, pues
Persia sería el nuevo poder mundial e Isaías predijo que regresarían a la
Tierra bajo el mando de Ciro, Rey de Persia.
1. ¿Qué libros nos relatan
el regreso del Exilio?
Los relatos del
regreso del Exilio los encontramos en los libros de Esdras y Nehemías.
2. ¿Qué nos narran los libros de Esdras y
Nehemías?
1. Es 1, 1 al 6,
22: Reconstrucción del Templo
2. Es
7, 1 al 10, 44: Misión de Esdras (Escriba y conocedor de la Ley
mosaica)
3.
Neh 1 al 13, 31 Reconstrucción
de Jerusalén y de la muralla de la ciudad.
Así expuesto parecería
una narración monótona de una construcción, pero esta etapa de la
reconstrucción de Jerusalén es también de mucha acción, inconvenientes, y
luchas.
Por cierto 2ª Crónicas
36 hasta el final va paralelo a Esdras.
3. ¿Hay algunos otros libros
complementarios en este tiempo?
Los Profetas durante
este tiempo son Ageo, Zacarías y Malaquías. Y hay un libro complementario
que narra una historia muy linda sobre los judíos que se quedaron en Babilonia
y cómo se salvaron de ser aniquilados. Eso está en el Libro de Ester.
4. ¿Cómo comienza el libro de Esdras?
Antes de poder ver el desarrollo del libro revisemos los antesedentes históricos, para comprender el relato bíblico.
- "Ciro el Grande surgió en la historia en el año 559 a. C. como gobernador de la pequeña provincia de Ansán, distrito al noroeste de Elam, justamente al sur de Media y al este de los montes Zagros.
- Ansán estaba entonces bajo el yugo de Media. Cuando Ciro se rebeló contra su señor Astyages, el ejército medo se pasó al bando de Ciro en su totalidad, y entregó como prisionero a Astyages.
- Ciro aparentemente era el elegido de los medos para ser su rey.
- La capital del imperio, Ecbatana, con todo su tesoro, pasó a manos de Ciro prácticamente sin lucha alguna.
- Así, en diez años Ciro se convirtió en el señor del Imperio Medo que comprendía los siguientes territorios: la Persia moderna, el norte de Asiria, Armenia, el Asia Menor hasta el Río Halis.
"Después de dos años dedicados a la organización del imperio, Ciro se dirigió hacia el occidente, decidido a la conquista. Después de conquistar el norte de la Mesopotamia, atacó y venció a Creso, rey de Lidia, renombrado por su enorme riqueza. El reino de éste se extendía desde el Río Halis [en Turquía] hasta el Mar Egeo [en Grecia]…
"Volviendo en el año 539 a. C., Ciro avanzó contra Babilonia, la cual le abrió sus puertas sin presentarle batalla. [De acuerdo con Daniel, Belsasar vio la escritura en la pared que anunciaba la caída de Babilonia la noche antes de que Ciro entrara en la ciudad y diera fin al imperio (véase Daniel 5).] En verdad, [Ciro] parece haber sido bien recibido por el pueblo como amigo y benefactor. De esta manera Ciro llegó a ser amo de toda el Asia occidental.
"La caída de Babilonia marcó el fin del poder mundial semita. Con el triunfo de Ciro, una nueva raza, la indo-europea, se apoderó del dominio mundial y el destino político del mundo estuvo, desde entonces, en manos de esa raza. Por lo tanto, este acontecimiento marca un momento decisivo en la historia bíblica.
Veamos algunas caracteristicas de lider que hizo diferente a Ciro como goberante:
- "Ciro nació para ser líder entre los hombres.
- Introdujo una nueva norma en el trato de los pueblos conquistados.
- En lugar de tiranizarlos y mantenerlos en sujeción mediante la fuerza bruta, trató con consideración a sus vasallos y se los ganó como amigos.
- Fue particularmente considerado con las religiones de los pueblos conquistados.
- Las consecuencias de esta conducta serían que sus súbditos se unirían a él con una lealtad tal que haría de su reino una era de paz." (Elmer W. K. Mould, Essentials of Bible History, págs. 348-49.)
Esta revolución en la política iba a afectar profundamente la histona del mundo, particularmente la historia judía, pues cuando Ciro entró a Babilonia, los judíos todavía estaban exiliados allí.
Ciro fue levantado por el Señor para liberar a los judíos
- Babilonia cayó ante Ciro en el año 539 a. C.
- Poco después, tal como aparece en 2 Crónicas 36:22-23 y Esdras 1:1-11,
- Ciro decretó en su imperio que todo cautivo judío en Babilonia que tuviera el deseo de retornar a Jerusalén para reconstruir el templo podía hacerlo.
- También permitió que los utensilios de oro y plata robados por las tropas de Nabucodonosor se devolvieran.
¿Qué lo impulsó a hacer una proclama tan liberal?
Aunque Ciro tal vez haya sido impulsado por la religión de sus dioses (véase Esdras 1:7), incluyendo el emergente zoroastrismo, a tener respeto por el Dios de Judá, parece que fue motivado por el Espíritu del Señor a enviar de vuelta a los judíos a su tierra natal.
El antiguo historiador Josefo nos dice:
"En el primer año del reinado de Ciro, que era el septuagésimo desde el día en que nuestro pueblo fue sacado de su propia tierra y llevado a Babilonia, Dios se apenó del cautiverio y la calamidad de este pobre pueblo, de acuerdo con lo que había anunciado mediante Jeremías el profeta, antes de la destrucción de la ciudad, de que después de haber servido a Nabucodo no sor y a su posteridad, y después de haber soportado esa servidumbre durante setenta años, los restauraría a la tierra de sus padres, y que ellos edificarían su templo y gozarían de su antigua prosperidad.
Estas cosas Dios les concedió, pues El inspiró a Ciro y lo llevó a escribir esto a través de toda Asia: 'Así dice Ciro el rey: Puesto que Dios Todopoderoso me ha hecho rey de la tierra habitable, creo que El es aquel Dios a quien adora la nación de los israelitas, pues en verdad anunció mi nombre mediante los profetas, y que yo le edificaría una casa en Jerusalén, en el país de Judea.'
"Esto era conocido por Ciro porque había leído el libro que Isaías dejó con sus profecías, pues este profeta dijo que Dios le había hablado en una visión secreta: 'Es mi voluntad que Ciro, a quien he señalado por rey sobre muchas grandes naciones, envíe de vuelta a mi pueblo a su propia tierra, y edifique mi templo'.
Esto fue predicho por Isaías ciento cuarenta años antes que el templo fuera demolido. En conformidad, cuando Ciro leyó esto y admiró el poder divino, lo sobrecogió un intenso deseo y ambición de cumplir lo que así estaba escrito; de manera que convocó a los más eminentes judíos que estaban en Babilonia y les dijo que les daba permiso de volver a su propia tierra y reedificar la ciudad de Jerusalén, y el templo de Dios, para lo cual les ofreció su ayuda, y que escribiría a los mandatarios y gobernadores que estaban en las proximidades del país de ellos, Judea, para que contribuyeran con oro y plata para la edificación del templo, y además que dieran animales para los sacrificios." (Flavio Josefa, Antigüedades judaicas, libro 11, cap. 1, párrs. 1-2; traducción libre.)
La profecía de Isaías, mencionada por Josefa e implícita en Esdras 1:2, se encuentra en el último versículo de Isaías 44 y en el primero del capítulo 45.
5. El primer retorno de los judíos
¿Cómo reaccionaron los judíos ante el edicto de Ciro? Un escritor hizo notar que "no muchos de los exiliados demostraron estar ansiosos de volver prestamente a Palestina. Medio siglo en Babilonia había llevado a la mayoría a adoptar las costumbres y la cultura de la tierra de su forzada adopción. La mayoría se había sujetado a la nueva tierra por lazos matrimoniales y de amistad y por fuertes conexiones comerciales. Además había crecido en Babilonia una generación que no conocía Palestina, y para estos judíos, Judea había dejado de ser un lugar atractivo para vivir. La fuerza de un vínculo sentimental poderoso era necesaria para inducirlos a retornar a Palestina, y pocos la sentían. De ahí que la dificultad mayor estribaba en despertar suficiente entusiasmo como para organizar un grupo que efectuaría el primer retorno." (Mould, Essentials of Bible History, pág. 350.)
El primer grupo de exiliados llegó a Judea poco después del año 536 a. C. bajo la dirección de Zorobabel, miembro de la línea real davídica (véase 1 Crónicas 3:19), y de Josué, un sacerdote levita del linaje de Sadoc. (Sadoc era el sumo sacerdote en el tiempo de la dedicación del Templo de Salomón.) El primer retorno tuvo todas las características de una cruzada religiosa. El grupo estaba integrado por cuarenta o cincuenta mil personas. Algunos grupos más pequeños de exiliados siguieron emigrando desde Babilonia durante los siguientes cien años, pero la mayoría de los judíos no regresaron, y por siglos hubo mayor cantidad de judíos en Babilonia que en la Tierra Santa.
Un individuo llamado Sesbasar, mencionado en el libro de Esdras (véase Esdras 1:8, 11; 5:14, 16), fue designado gobernador de esta colonia en la Tierra Santa. Los eruditos contienden en cuanto a si Sesbasar era la misma persona que Zorobabel. Si era otra persona, tal como lo indica en 1 Esdras 6:18 (libro apócrifo), entonces desapareció misteriosamente dado que Zorobabel pronto ocupó el lugar principal en Jerusalén.
Cuando los judíos volvieron a Israel, encontraron que los samaritanos habitaban la tierra. Los samaritanos eran un pueblo cuyo nombre fue tomado de la ciudad de Samaria que había sido la capital del reino del norte, y cuando cayó ante Asiria en el año 721 a. C., solamente unos pocos israelitas pertenecientes a las clases más pobres quedaron en aquella tierra. Puesto que esta región era la frontera entre el territorio asirio y el territorio egipcio al sur, los asirios dejaron una fuerte defensa de tropas allí. Los hombres de estas tropas se casaron con mujeres israelitas y adoptaron algunas formas de adoración de Jehová, pero evidentemente las mezclaron con ideas paganas. Los judíos del reino del sur consideraban por ello que los samaritanos no solamente eran israelitas impuros sino también paganos.
Los judíos que retornaron desde Babilonia estaban ansiosos de reinstituir la adoración oficial de Jehová en Jerusalén. Su primera acción, por lo tanto, fue reparar el altar de los holocaustos y renovar los sacrificios de la mañana y de la tarde. Después procedieron a celebrar la fiesta de los Tabernáculos y otras festividades en la secuencia de costumbre. (Véase Esdras 3:1-6.)
Bajo la dirección de Zorobabel, los judíos repararon el altar y comenzaron la reedificación del templo. Los samaritanos pidieron permiso para participar en el proyecto, haciendo notar que habían estado ofreciendo sacrificios a Jehová desde los días de la conquista asiria (véase Esdras 4:1-2). Los judíos terminantemente rechazaron el ofrecimiento de ayuda, y los samaritanos, enojados, comenzaron una abierta oposición al proyecto (véase Esdras 4:3-6). A causa de esta interferencia y de la indiferencia que surgió por parte de los judíos (véase Hageo 1:2-6), la obra de construcción del templo fue postergada hasta el segundo año del reinado de Darío I, aproximadamente en el año 520 a. C.
6. El segundo templo
La reanudación de la construcción del templo fue inspirada por dos profetas: Hageo y Zacarías (véase Esdras 5:1), cuyos breves escritos se conservan en el Antiguo Testamento. El gobernador local y los líderes de Samaria intentaron obstaculizar el proyecto. Los judíos apelaron a Darío, y finalmente lograron probar que sólo hacían lo que Ciro les había concedido hacer; así que se les permitió continuar su proyecto (véase Esdras 5-6). El templo quedó terminado en el año 515 a. C. Se conoce a este templo como el segundo templo (el de Salomón es el primero) o templo de Zorobabel. El segundo templo no se comparaba con el Templo de Salomón en su esplendor, pues el pueblo estaba empobrecido cuando levantó el edificio.
No hay ninguna mención de Zorobabel después de terminar la construcción del templo. La dirección de la comunidad quedó entonces a cargo de los sacerdotes.
Este gobierno teocrático fue tolerado por los persas y durante un tiempo también por Alejandro el Grande.
Persia cayó ante Alejandro el Grande
7. El retorno de los judíos bajo la dirección de Esdras y Nehemías
- No se sabe mucho del estado de los asuntos judíos entre el tiempo transcurrido desde la finalización del templo en el año 515 a. C. y la aparición de Esdras y Nehemías en Jerusalén junto con los grupos que los acompañaron.
- Puede decirse con seguridad que la llegada de Nehemías a Jerusalén fue en el año 445 a. C. La fecha del ministerio de Esdras es tema de controversia.
- Algunos eruditos dicen que el viaje de Esdras fue anterior al de Nehemías, y otros dicen que fue posterior.
- Las Escrituras parecen indicar que el grupo de Esdras llegó a Jerusalén antes que el de Nehemías.
- Otras fuentes dicen que Esdras llegó en el año 458 a. C. (véase ed. de J. D. Douglas, The Illustrated Bible Dictionary, s. v. "Persia", pág. 1199).
En cualquier caso, hay un lapso de casi tres generaciones entre el primer retorno y el de Esdras y Nehemías. Durante este período, la cultura persa alcanzó su apogeo, tal como lo evidencian las impresionantes ruinas en Persépolis, capital del Imperio Persa. El lujo de la corte se describe en el libro de Ester.
Muy poco se sabe en cuanto a la vida de los judíos durante ese tiempo. Políticamente estaban bajo el mando de oficiales persas, pero, desde su propio punto de vista, y también en la práctica, mantenían una teocracia bajo la dirección del sumo sacerdote ungido del Señor.
En vista de las reformas iniciadas teriormente por Esdras y Nehemías, es evidente que no había estricta observancia de las leyes de Moisés. Los sacerdotes contraían matrimonio con mujeres de las zonas cercanas que no eran de la casa de Israel, y la ciudad de Jerusalén fue deteriorándose.
Durante el reinado de Artajerjes I (465-424 a. C.), los oficiales judíos tenían representación reconocida en la corte persa. Esdras parece haber ocupado algún oficio importante, y fue reconocido como enviado pecial para reorganizar los servicios del templo en rusalén.
Los anhelosos judíos fueron motivados por el respaldo que habían recibido de la corte persa a tal punto que excedieron los términos del encargo hecho a Esdras, y hasta reconstruyeron la muralla de la ciudad.
Nehemías era copero real en la corte persa (véase Nehemías 2:1). Puesto que el asesinato era un peligro siempre presente para los reyes de la antigüedad y se usaba el veneno con frecuencia, el copero ocupaba un puesto de mucha confianza en la corte. Su oficio consistía en confirmar que la comida y bebida del rey no estaban envenenadas. (Véase Samuel Fallows, ed., The Popular and Critical Bible Encyclopedia and Scriptural Dictionary, s. v. "cupbearer".) Nehemías tuvo éxito en valerse de su puesto para hacerse nombrar gobernador de Judá.
La energía, la habilidad, el patriotismo desinteresado y la integridad personal que caracterizaban a Nehemías dieron por resultado el surgimiento de un Judá nuevo y exuberante.
La restauración de Jerusalén, que había estado en ruinas durante siglo y medio, se inició. Esdras, un sacerdote justo y dedicado, se unió a Nehemías en la obra emprendida, y juntos lograron restaurar la comunidad judía en Jerusalén.
El Salmo 48 es un cántico, o poema, que celebra la restauración de Jerusalén. Muestra cómo Judá recobró la confianza.
Judá desarrolló un gobierno semiautónomo y gradualmente expandió sus fronteras hasta que llegó a ser aproximadamente la mitad del tamaño del reino de Judá en época de la caída, en el año 581 a. C. Judá se mantuvo en paz durante la existencia del Imperio Persa.
Cuando Alejandro el Grande conquistó el Imperio Persa, en el año 331 a. C., los judíos simplemente transfirieron su lealtad de un monarca a otro.
La tradición judía relata cómo Alejandro fue recibido por el sumo sacerdote en Jerusalén y la ocasión en la que se le leyeron las profecías de Daniel referentes a que uno de los griegos destruiría a los persas (véase Daniel 7:6; 8:3, 20-22; 11:3). Alejandro, suponiendo que esto se refería a él, se regocijó y aceptó a la nación judía sin presentar batalla.
4. ¿Cómo comienza el libro de Esdras?